Origen e historia del Método Montessori

El Método Montessori fue ideado y posteriormente desarrollado por la educadora de origen italiano Maria Montessori allá por principios del Siglo XX. La cuál trabajaba con niños de barrios pobres en Roma y percibió que con su forma de abordar la educación de estos, obtenía muy buenos resultados. Por lo que decidió trabajar y desarrollar aún más sus ideas y modelos de actuación para acabar conformando lo que hoy se conoce como Método Montessori, que ha llegado a trascender el contexto meramente educativo y ha recalado positivamente en otros ámbitos de la vida.

Como ya hemos dicho, el Montessori comenzó en Italia como una especie de corriente educativa que tenía que ver más en un principio con la filosofía que con la propia educación. La idea principal se centraba en el hecho de que los pequeños a edades tempranas tienen unas capacidades de aprendizaje enormes, por lo que no debemos limitarles nunca. De hecho, la propia ideología de Maria casaba con la idea de que una educación infantil más liberal serviría a estos niños, que un día serían adultos, a abordar cualquier situación de la vida. Y no solo lo veía como algo individual, sino que de manera colectiva extrapolaba los beneficios de su idea educativa a la sociedad, pues lógicamente estas jóvenes generaciones serían el futuro de esta.

“La educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad.”

Este método se ha aplicado desde hace muchos años y superó las fuertes críticas recibidas en sus comienzos. En Norteamérica tuvo gran aceptación, siendo incluso readaptado al concepto del país por Nancy McCormick, la cual estableció la Sociedad Americana Montessori (SAM).

Características del Método Montessori

Quizás comprender este método en la teoría es un poco complejo, por eso a continuación vamos a detallar todas las características que determinan esta ideología educacional:

  • Las aulas deben disponerse de manera que existan espacios para el trabajo grupal
  • Es primordial que las aulas sean espaciosas y estén, además, libres de excesivo mobiliario para el desarrollo de actividades
  • También deben existir espacios donde los pequeños puedan trabajar individualmente
  • Los escritorios no existen. Se trabaja sobre mesas de trabajo o en el suelo (Disponer de alfombras)
  • El aula se decora con los trabajos realizados por los alumnos
  • Las áreas del aula se distribuyen en función de cada asignatura o temática: Mates, Lengua, etc..
  • Debe existir un área de reflexión donde el niño pueda sentarse a descansar, pensar por sí mismos, rodeado de elementos que fomenten lo propio (Flores, peces, paisajes..)
  • Un espacio donde los niños tengan libros y cuentos que leer

Como veis, el Método Montessori es una estrategia que sitúa al niño en el foco del aprendizaje y lo rodea de elementos y espacios que potencien sus capacidades.

Beneficios y retos del Método Montessori

Como tantas teorías, ideologías y métodos, el Montessori tiene sus pros y sus contras. Por lo que vamos a analizarlos a continuación para dejar clara la manera de llevarla a cabo.

Ventajas

  • Fomenta una actividad proactiva por parte del niño en su aprendizaje. Esto quiere decir que todas las actividades a realizar se adaptan al nivel de los pequeños, estimulando que desarrollen y empleen sus capacidades creativas, así como un pensamiento propio. Por lo que de manera autónoma entiende el entorno y asimila conocimientos.
  • Aprendizaje personal-individualizado. En consonancia con el nivel de cada niño y un ritmo de aprendizaje adaptado, el Método Montesorri fomenta que cada alumno realice las actividades de manera individual. Por ello las actividades suelen carecer de instrucciones ni pasos estrictos a seguir. El niño debe usar su lógica y autocorregirse para ir avanzando.
  • Desarrollo espontáneo de las funciones cognitivas. No existen límites de aprendizaje ni un tope de conocimiento. Con el Método Montessori no se ajusta estándar ninguno a seguir.

Desventajas

Una mal aplicación de este método puede tener también efectos negativos en el pequeño, como cualquier otro tipo de educación. Para que esto no suceda, se deben garantizar los puntos que tratamos antes en características, así como otros aspectos como brindar confianza, respeto y espacio al niño. Aún así, es importante evitar darle un exceso de libertad a los alumnos, ya que puede derivar en conductas rebeldes y contradictorias al objetivo buscado. A continuación lo explicamos.

  • Su crecimiento y desarrollo del conocimiento puede quedarse estancado. La falta de presión puede hacer que el pequeño no encuentre motivación o empuje hacia el aprendizaje. Debemos estar pendientes de que cada alumno sepa que tiene que aprender y mostrarle los retos y beneficios que por el mismo alcanzará.
  • Existen contradicciones con respecto a la sociedad que pueden confundir al niño. Por lo que hay que dejar claro que en el aprendizaje no hay reglas ni normas, más allá del respeto o la responsabilidad. Por otro lado, aunque se debe dejar a los peques actuar y trabajar, el profesional de la educación debe siempre supervisar el proceso y orientar adecuadamente.

 

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