mejorar autonomia en niños

Mejorar la autonomía en los niños es prioritario para una buena educación y un buen desarrollo. Mejorando su autonomía, los niños serán capaces de realizar por sí mismos tareas propias de su edad, así como ganar en confianza y seguridad para su desenvolvimiento en el mundo. Por ello, hoy vamos a ver algunos consejos para mejorar la autonomía en los niños, así como por qué es importante.

Importancia del aprendizaje de la autonomía

Mediante el aprendizaje de la autonomía, los niños realizan por sí mismos y sin la ayuda de los demás las tareas que son propias de su edad. De esta forma, aprenderán a ser independientes, adquiriendo autonomía e iniciativa para ser desenvolverse satisfactoriamente en sus relaciones con los demás, así como en el aprendizaje del día a día. Las principales tareas que deben desarrollar y que son fundamentales en su educación son:

  • Higiene: todo lo referido al aseo personal, como control de esfínteres, lavado de manos, cepillado de dientes, ducha, uso de productos de higiene, etc.
  • Ropa: aprender todo lo referente a vestimenta y uso de prendas, como, por ejemplo, aprender a ponerse la ropa y los zapatos, atarse los cordones, coger y guardar las prendas en el lugar adecuado, etc.
  • Comida: todo lo relacionado con los hábitos alimenticios, como comer solo, usar diferentes utensilios, respetar normas básicas para comer en la mesa, prepararse la merienda, etc.
  • Vivir en el hogar y en sociedad: son aquellos relacionados con las relaciones con los demás, así como el uso de servicios comunitarios y saber estar. Como, por ejemplo, saludar, despedirse, dar las gracias, pedir por favor, respetar los turnos, saber cuándo cruzar la calle y cuando no, evitar peligros que pongan en riesgo su vida como enchufes o productos tóxicos, ordenar su cuarto, comprar, saber estar en el transporte público, disfrutar de servicios de ocio, etc.

Como vemos, adquirir este aprendizaje es muy importante, no solo para su conocimiento, sino que también, para evitar situaciones peligrosas por ignorancia. Pero ¿cómo le ayudamos a conseguirlo? Veamos algunos consejos para mejorar la autonomía en los más pequeños.

9 Consejos para mejorar autonomía en niños

Aquí os dejamos 9 consejos para mejorar la autonomía en niños.

Asígnale responsabilidades

Conforme van creciendo, es bueno asignarles algunas responsabilidades que tienen que cumplir, como hacer la cama, cepillarse los dientes o llevar al día los deberes del colegio. Como padres, tenemos que acostumbrarnos a no hacer todo por ellos, ya que retrasaríamos su madurez, además de cargarnos a nosotros mismos de más labores.

Fomenta su autoconfianza

En los pequeños, desarrollar una buena autoestima es muy importante para su posterior desarrollo y experiencia en el mundo. Cuando son pequeños, esa autoestima depende del amor y del trato de los padres. Por lo que, debemos procurar que se sientan seguros, especiales e inteligentes. Debemos animarlos a conseguir sus propios logros, sobre todo, cuando sientan que no pueden hacer alguna tarea. Así, la seguridad en sí mismos irá creciendo conforme van descubriendo de lo que son capaces.

Aunque no debemos caer en el error de aplaudirles por todo lo que hagan, para evitar que se conviertan en personas demasiado egocéntricas que necesitan la aprobación de los demás para ser felices.

Motívale a explorar

Mediante la exploración del mundo exterior, los niños desarrollan su autonomía. Durante los primeros años de vida, los padres debemos estar más encima para garantizar su seguridad. Sin embargo, conforme van creciendo, debemos alentarlos a explorar su entorno más allá de nuestra protección, siempre teniendo en cuenta su propia seguridad. De esta forma, probarán sus propias capacidades en el mundo real, encontrando la confianza e independencia dentro de sí mismos.

Pon límites

Los niños a partir de los 4 años empiezan a desarrollar su autonomía, por lo que ya deben conocer ciertas reglas para saber comportarse tanto en casa como en la calle. Por ello, es importante que aprendan un mínimo de disciplina. No podemos tolerar cualquier conducta. Lo ideal es conseguir un equilibrio entre firmeza y equilibrio. No es no dejarles hacer nada, pero tampoco es dejarles hacer todo.

Aprender que ciertos comportamientos están mal y que tienen consecuencias es vital para no malcriarlos.

Fija una rutina

Establecer una rutina contribuye a mantener cierto orden en la vida de los pequeños. Las rutinas les enseñan que hay un momento específico para todo en el día a día, lo que les ayuda a convertirse en personas independientes. Sabrán cuáles son sus responsabilidades y se acostumbrarán a cumplirlas sin que nadie los obligue.

Así, irán aprendiendo que en la vida hay tanto libertades como obligaciones. Por otro lado, es importante limitar el tiempo de las actividades más recreativas que puedan ser más adictivas, como el móvil o el ordenador.

Dale los medios necesarios

Debemos procurar que nuestro peque cuente con los materiales necesarios para realizar sus tareas. Tareas que no pueden desarrollar si no tienen dichos materiales. Como, por ejemplo, el material escolar necesario para cumplir sus responsabilidades (libros, cuadernos, lápices, una mesa con su silla, etc).

Respeta su independencia

Cuando empiece a sentirse capaz de realizar según qué tareas, los padres debemos apoyarle y dejarle desarrollar su autonomía. Siempre que permitirlo no presente ningún riesgo para su seguridad.

Habrá momentos en los que tengamos que poner límites a actividades que pueden ser peligrosas. En estos casos, podemos buscar una alternativa que sea atractiva y que permita desarrollar su autonomía. Si, además, le ofrecemos varias opciones, tendrá entre las que elegir, y, por lo tanto, tendrá que tomar decisiones, desarrollando aún más su independencia con el apoyo y orientación de sus padres.

Intenta no sobrecargarlo

Una cosa es darle algunas responsabilidades, y otra, es sobrecargarlo con tareas que todavía no pueden asumir. Hay que ir poco a poco, dotándoles de tareas adecuadas a su edad.

Debemos mejorar su autonomía con sentido común, teniendo en cuenta su edad y sus propias capacidades para realizar las actividades. Por ejemplo, con seis años no podemos mandarlos solos al supermercado.

Establece una buena comunicación

Para fomentar la madurez y la autonomía de nuestros peques, es importante fomentar una buena y fluida comunicación padres-hijos. Hacerles sentir que su opinión es valiosa para nosotros y para su entorno. Esto influirá positivamente en su confianza y seguridad.

Si vamos a asignarles responsabilidades, debemos hacerlo desde una comunicación cercana y respetuosa, sin enfados o gritos. Es bueno exponerlas con claridad y preguntarles su opinión. Si todo está claro y bien comunicado, en el día a día se evitarán muchos problemas.

 

 

 

 

 

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