En CEI Manolo Álvaro consideramos que el trabajo de las emociones en las escuelas infantiles debe ser pieza fundamental e inamovible en los planes de enseñanza. Ya hemos hablado varias veces en nuestro blog de la importancia de la conexión que existe entre lo que hacemos para aprender y como nos sentimos al respecto. Por lo que siempre trabajamos y estamos en búsqueda de métodos, fórmulas y materiales que fomenten esta manera de aprender. Uno de nuestros recursos favoritos para realizar este cometido es el cuento de Anna Llenes titulado ‘El Monstruo de los Colores’ (del que ya hablamos en nuestro artículo de cuentos favoritos).

“El monstruo de los colores” no sabe qué le pasa. Se ha hecho un lío con las emociones y ahora le toca deshacer el embrollo. Una historia sencilla y divertida, que introducirá a pequeños y a mayores en el fascinante lenguaje de las emociones”

El Monstruo de los Colores, por Anna Llenas

Este cuento se ha convertido en un referente de la educación emocional por el mensaje que transmite a los pequeños en referencia a las emociones que sienten y sentirán en su vida. A través del personaje principal, que es un monstruo, los colores con los que los peques tienen que pintarlo representan diferentes estados de ánimo y emociones. Ya no hablamos de identificar o aprender a entender como estamos en base a lo que hacemos. Sino que el cuento ayuda a comprender los sentimientos y las emociones sin tener que asociarlos a una acción o momento. Ya que dependiendo de la personas mismos actos pueden provocar sentimientos distintos. Los colores son fundamentales pues asocian este sentir con los colores y así lo pueden identificar mejor. Y por supuesto, expresarse emocionalmente también. Un niño no tiene la capacidad de expresarse que un adolescente o adulto.. 

el monstruo de los colores cei manolo alvaro

Interpretación en CEI Manolo Álvaro

A partir del cuento de Anna Llenas hemos elaborado una serie de proyectos donde su cuento El Monstruo de los Colores ha sido la base educativa con respecto a colores y sentimientos. Una especie de método propio que nos ha ayudado muchísimo en la ardua tarea de hacer comprender a nuestros pequeños alumnos el complejo mundo de los sentimientos. Cada día en la asamblea que realizamos hemos ido introduciendo cada monstruo (que representa un sentimiento) con los colores que lo ilustraban. Tras realizar esta conexión, explicábamos el sentir de cada emoción mientras coloreábamos los monstruos. Luego los recortaron y plastificaron para llevarlos a casa como recuerdo y tener presente aquello que aprendieron.

Los hemos hecho de esta manera durante 3 meses de trabajo y estamos muy contentas con el resultado de la iniciativa. Un niño consciente de sus emociones, es un niño capaz de manejar y controlar la intensidad de las mismas para lograr una vida más equilibrada y feliz.

 

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