importancia juego simbolico

El juego simbólico se refiere a toda actividad espontánea para la cual, los niños emplean su capacidad mental de recrear un escenario. Son representaciones de la vida cotidiana que nuestros pequeños reproducen como forma de entretenimiento. Por ejemplo, cuando juegan a fingir que son padres, madres u otros muchos personajes que ven en su día a día.

Se trata de una actividad que estimula el aprendizaje de nuevas formas de percibir el mundo, así como, la puesta en práctica de conductas aprendidas a través de la observación. A continuación, veremos la importancia y los beneficios del juego simbólico en edades tempranas, y cómo podemos ayudar a su desarrollo en casa.

La importancia del juego simbólico para los niños

Cuando son pequeños, a los niños les nace una necesidad por recrear lo que hasta ahora han observado como espectadores de la realidad. Gracias al juego simbólico, los niños se convierten en los protagonistas de las escenas que han visto hasta ahora desde fuera, siendo capaces incluso de crear imágenes mentales.

Esta capacidad de imitar comportamientos vividos, junto con la habilidad de acceder al pensamiento representativo, es parte de la función simbólica de este tipo de juegos. Gracias al juego simbólico, los más peques aprenden a conocer su cuerpo, controlar su angustia o actuar frente acontecimientos vividos en su entorno.

Conforme los niños van creciendo, también lo hace su capacidad de imaginación. El juego simbólico será más complejo, llegando a combinar hechos reales con otros imaginativos. De esta forma, desarrollan su propia creatividad al mismo tiempo que ganan confianza y superan sus miedos.

Beneficios del juego simbólico

Entre los beneficios de practicar el juego simbólico encontramos:

  • Fomenta la imaginación y la creatividad
  • Activa su curiosidad
  • Contribuye a comprender y asimilar el entorno que les rodea
  • Perfecciona su lenguaje
  • Estimula su capacidad de imaginar
  • Mejora el desarrollo mental y sensorial
  • Aumenta su autoestima, proporcionando confianza en sí mismo
  • Ayuda a dominar su frustración
  • Fomenta el aprendizaje y la práctica de roles de la sociedad
  • Contribuye a organizar su pensamiento
  • Promueve la adquisición y el aprendizaje de habilidades y competencias sociales como la cooperación, la empatía, el trabajo en equipo y la negociación
  • Ayuda en su desarrollo emocional

En las aulas de educación infantil

En las escuelas infantiles, las profesoras son conscientes de que el juego simbólico es uno de los mejores instrumentos de aprendizaje que existe. Por este motivo, es una actividad que se potencia al máximo.

Jugando, interactúan entre ellos y consigo mismos, imitando a los adultos y poniéndose en el lugar del otro. Además, desarrollan su imaginación y creatividad, se expresan y desarrollan emociones positivas y negativas. Crean liderazgo y aprenden a tomar decisiones propias y en grupo.

Por esta razón, en las aulas infantiles se persigue el desarrollo de los diferentes aprendizajes del niño en función de sus necesidades. Asimismo, se fomenta su integración en el grupo.

Estimular el juego simbólico en casa

Como padres y madres debemos colaborar y facilitar el juego simbólico para ayudar en todo lo posible a su desarrollo cognitivo, emocional y lingüístico. Además, verlos jugar en casa nos aporta cierta información sobre lo que le gusta a nuestro hijo y sobre cómo son sus miedos, conflictos o preocupaciones. Por esta razón, es conveniente observar su juego, sin intervenir ni criticarlos. Solo si nos invitan a participar, podemos jugar también, dejando que sean ellos los que dirigen el juego.

No significa que no participemos, pero muchas veces tendemos a decirles cómo se hacen las cosas y como no. Podemos optar por hacer sugerencias o ayudarle a estimular sus asociaciones de ideas, a relacionar los elementos del jugo, avanzar hacia los conceptos, comprender las secuencias y enriquecer su fantasía y su capacidad para pensar.

Al fin y al cabo, el juego es un recurso más para disfrutar en familia. únicamente hace falta ganas y un poco de imaginación, sin necesidad de consolas, móviles u otro tipo de tecnología.

 

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