educar en lenguaje positivo

La manera en la que hablamos ejerce un gran impacto en el comportamiento de nuestros hijos. Realizar cambios positivos en nuestra comunicación puede ser un trabajo difícil, pero con la práctica, se obtienen frutos rápidamente. De esta forma, los peques se sienten más independientes, positivos y con un mejor auto-concepto y una mayor autoestima. Veamos en qué consiste educar lenguaje positivo y cómo podemos aplicarlo en el día a día.

Las consecuencias del lenguaje negativo

Como bien sabemos, el lenguaje es una herramienta básica de comunicación humana que nos permite transmitir y recibir información. Tiene un componente verbal, pero también, uno no verbal. El conjunto de ambos da lugar a un mensaje concreto que el receptor interpreta y hace suyo.

Cuando somos pequeños, aprendemos a utilizar el lenguaje para comunicarnos de forma más efectiva con nuestro entorno, y es cuando los niños, empiezan a captar lo que decimos al igual que cómo lo decimos. Realmente, la principal diferencia entre un lenguaje positivo y uno negativo radica la mayoría de las veces en la actitud y no tanto en las palabras. Aunque las palabras que escogemos para decir algo también juegan un papel importante.

El lenguaje llega al cerebro del niño, y este lo interpreta. Lo peligroso está en esa interpretación que puede hacer el pequeño en función de lo que le hemos dicho y cómo se lo hemos dicho, ya que, puede convertirse en una creencia que pasará a formar parte de su identidad. Por ejemplo. Si le decimos a nuestro hijo mediante gritos que estamos cansados de que siempre se porte mal, puede interpretar que no le quieren. Por otro lado, si le decimos en tono de reproche que siempre lo hace mal y que tiene que prestar más atención, puede sentirse inútil o que no sabe hacer nada bien.

Como ves, lo que decimos y cómo lo decimos influye en gran medida en la identidad, personalidad y el futuro desarrollo de nuestro pequeño.

En qué consiste el lenguaje positivo

Mediante el uso del lenguaje positivo podemos producir grandes cambios en la forma que nuestros hijos piensan, sienten y procesan la información nueva. Gracias a un lenguaje más positivo, podemos conseguir que tengan más confianza en sí mismos, que aprendan a elegir un mejor comportamiento y que sean más empáticos.

Lo primero de todo antes de empezar a utilizar el lenguaje positivo es ser consciente y empezar a prestar más atención a la cantidad de veces que se detienen los comportamientos, se corta la curiosidad o se niegan peticiones. De esta forma, podemos identificar con exactitud los momentos en los que nuestro lenguaje podría necesitar algunos ajustes. Además de esto, los padres y cuidadores pueden incorporar un lenguaje positivo de diversas maneras. Veamos a continuación algunas de ellas.

Ejemplos para educar en lenguaje positivo

¿Cómo podemos educar en lenguaje positivo? Aquí os dejamos algunas opciones.

  • Ofrece alternativas a su demanda para fomentar su independencia y permitirles sentirse más en control. De esta forma, evitamos decir no con demasiada frecuencia. Por ejemplo: en vez de decir “no vayas allí” prueba “¿quieres jugar aquí en el césped conmigo?”
  • Diles con claridad qué pueden hacer en lugar de lo que no. De esta forma, aprenderán a mejorar su comportamiento. En vez de “no pintes la pared” “Hoy vamos a pintar en el papel que sí podemos usar”
  • Recuérdale el comportamiento que quieres que tenga en vez de decirles que no o que dejen de hacer algo. En vez de “no rompas el juguete de tu hermano” “En casa cuidamos de los juguetes del otro”
  • Proporciona explicaciones claras y sencillas. En vez de limitarnos a decirles que “no” sin ninguna razón, mejor intenta explicarle por qué no pueden hacer algo. Esto les ayudará a aprender. En vez de “no te metas el juguete en la boca”, prueba “si nos tragamos el juguete, podemos ponernos enfermos”
  • Utiliza el enfoque de “Sí, después”. De esta forma, aprenderán a entender el tiempo y así, no les consentiremos cada vez que pidan algo.

Ventajas del lenguaje positivo en niños

  • Refuerza su propia autoestima
  • Se ofrece alternativas, mejorando así la resolución de problemas
  • Desarrolla su asertividad
  • Se afianza el apego seguro
  • Le ayuda a generar un pensamiento positivo mejorando el lenguaje que utiliza consigo mismo
  • Acepta las normas con más facilidad
  • Previene determinados problemas y trastornos relacionados con la autoestima y la ansiedad
  • Mejora la relación padre-hijo
  • Ayuda a afrontar los miedos
  • Previene la evitación y la procrastinación
  • Evita sentirse amenazado por lo que se muestra más receptivo a cambiar ciertos comportamientos
  • El niño se siente más partícipe de sus logros
  • Ayuda al pequeño a ser más racional y menos impulsivo
  • Amplía su capacidad comunicativa
  • Aumenta su léxico a la hora de comunicarse
  • Aprende las bases del respeto, la empatía y el cariño

Educar en lenguaje positivo en el ámbito familiar proporciona los cimientos para que un niño sea feliz y exitoso, ya que, forma componentes básicos de la autoestima, de la empatía y de la capacidad de predecir futuras elecciones. En CEI Manolo Álvaro sabemos la importancia de educar en lenguaje positivo para que los más peques tengan más confianza en sí mismos, sean más empáticos y puedan aprender a elegir un mejor comportamiento.

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